
Ayame ha estado actuando de manera extraña últimamente. Aparentemente, esa persona, a la que ella llama Papa, ha estado en su mente. Grabada en su mente está la escena de su Papa agarrando las bragas de Hyouka. Sabiendo perfectamente que Papa se siente solo, se le ocurre una idea ingeniosa, aunque peligrosa: «Me pregunto si puedo ser el reemplazo de mamá».